Es indispensable conocer todo lo que gira entorno a los equipos que nos acompañan en nuestro diario vivir, pero sobre todo de aquellos que nos pueden facilitar más nuestras gestiones.
Para iniciar, un sistema de microfonía inalámbrica está formado básicamente por dos componentes: un transmisor y un receptor. La calidad del sonido se ve influida en gran medida por la cápsula del micrófono.
Con el tiempo, la tecnología nos brinda cada vez más equipos que pueden ser funcionales desde una oficina de trabajo, hasta un escenario con muchísimas personas en un mismo recinto. Por fortuna los avances no paran de innovar, y en este caso hablaremos del uso de micrófonos inalámbricos.
Los sistemas de microfonía inalámbrica convierten las señales de audio creadas por los micrófonos en señales de radio, que son enviadas de forma aérea por medio de un transmisor hasta un receptor, que a su vez los pasa al sistema de sonido, eliminando la necesidad de cables sobre el escenario.
Gracias a los continuos avances y mejoras en cuanto a calidad de sonido y fiabilidad, los sistemas de microfonía inalámbrica son ahora más asequibles y populares que nunca y su uso va mucho más allá que los escenarios. Actualmente, es posible encontrar sistemas de microfonía inalámbrica en todo tipo de entornos: escuelas, centros de trabajo, salas de conferencias, gimnasios; en definitiva, en cualquier lugar en el que un intérprete o presentador necesite auténtica libertad de movimientos.